lunes, 23 de enero de 2012

Elecciones 2012 Venezuela Candidatos

Elecciones 2012 Venezuela Candidatos


A pocos días de las elec­cio­nes pri­ma­rias, para ele­gir al can­di­dato por la opo­si­ción polí­tica vene­zo­lana, repre­sen­tada por la Mesa de la Uni­dad (MUD) que enfren­tará a Hugo Chá­vez en las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les del 2012, con todo res­peto a los otros can­di­da­tos; en mi opi­nión, solo Diego Arria y María Corina Machado, han plan­teado audaz­mente al elec­to­rado la ver­da­dera y dra­má­tica reali­dad que se vive en Venezuela.
No sé si cali­fi­carlo de casua­li­dad, pero es intere­sante obser­var, que los men­sa­jes de los can­di­da­tos con mayor can­ti­dad de par­ti­dos polí­ti­cos que les apo­yan, que des­ta­can con ven­ta­jas en las encues­tas, como Hen­ri­que Capri­les Radonski, Pablo Pérez y Leo­poldo López, no logran estre­me­cer con tanto calor, fer­vor y con­vic­ción al elec­to­rado opo­si­tor, como lo han hecho Diego Arria y María Corina, quie­nes care­cen del apoyo de los gran­des par­ti­dos de la opo­si­ción, pero van subiendo en las encuestas.
Es posi­ble que esto se deba, a que los par­ti­dos polí­ti­cos que están detrás de las can­di­da­tu­ras de Capri­les, Pérez y López, estén ejer­ciendo su dere­cho a diri­gir y a fil­trar los men­sa­jes de sus res­pec­ti­vos can­di­da­tos hacia toda la pobla­ción elec­to­ral vene­zo­lana en lugar de hacerlo exclu­si­va­mente hacia la pobla­ción opo­si­tora. Esto por el posi­ble temor de per­der sim­pa­tías y votos cha­vis­tas y/o de ni nies.
De estar en lo cierto res­pecto al punto ante­rior, es muy posi­ble y pro­ba­ble que esta estra­te­gia sea la correcta, dado que lo más impor­tante y urgente por ahora, para los pre can­di­da­tos a las pri­ma­rias, sería la de ase­gu­rarse ganar las pri­ma­rias para tener el dere­cho a enfren­tarse a Hugo Chávez.
De ser así, es de espe­rarse, que el can­di­dato gana­dor de las pri­ma­rias, sea este, Capri­les, Pablo o López, cam­bie su men­saje y sea más audaz, directo y enfá­tico en seña­lar las gran­des fallas de este régi­men, tal como lo hacen hoy Diego y María Corina. No hacerlo sería ries­goso para ase­gu­rar un triunfo hol­gado, debido a que esta sería una invi­ta­ción a la abs­ten­ción en el elec­to­rado opositor.
Sin embargo, dado que en polí­tica no siem­pre dos más dos suman cua­tro, tal como está la situa­ción polí­tica vene­zo­lana, no es des­car­ta­ble que se pro­duzca un bata­cazo y el gana­dor resulte ser Diego o María Corina; por eso de esas ver­da­des que éstos últi­mos se han atre­vido a exte­rio­riza valien­te­mente, aunado al sen­ti­men­ta­lismo que el vene­zo­lano lleva por natu­ra­leza, pro­fun­da­mente enca­jado en su per­sona y espí­ritu. Nues­tro pue­blo no es tan prag­má­tico ni tan frio, ni tan cal­cu­la­dor, como lo pudie­ran ser los pue­blos anglo sajo­nes de Ingla­te­rra o de los EE. UU. ni los de otras lati­tu­des nór­di­cas y escan­di­na­vas, de Asia y Europa.
Uti­li­zar un tipo de men­saje para las pri­ma­rias, y otro tipo de men­saje para las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les, pare­ciera ser polí­ti­ca­mente sen­sato y lógico. Sin embargo, esta estra­te­gia tiene sus debi­li­da­des, ya que le qui­ta­ría auten­ti­ci­dad al can­di­dato que lo haga, lo cual es muy impor­tante en el per­fil del mismo. Ade­más, esto pudiera ser válido y exi­toso en unas elec­cio­nes nor­ma­les entre can­di­da­tos demo­crá­ti­cos en igual­dad de con­di­cio­nes, donde hay que guar­dar las apa­rien­cias, el cual no es el esce­na­rio real que esta­mos viviendo. Esta es una elec­ción iné­dita y cru­cial de “vida o muerte”, muy lejos de ser tradicional.
Es insu­fi­ciente ofre­cerle al elec­to­rado una nueva, moderna y exi­tosa Vene­zuela. Pienso que ade­más, se debe hablar claro al pue­blo vene­zo­lano, bien sea este del gobierno, de la opo­si­ción o ni nies; del desas­tre que ha cau­sado este régi­men. Se debe ser más audaz, abierto, directo y crí­tico, seña­lando sin com­ple­jos la natu­ra­leza anti demo­crá­tica y tota­li­ta­ria de este régi­men, sus múl­ti­ples erro­res, sus malas deci­sio­nes, así como sus actos de negli­gen­cia, abu­sos de poder, vio­la­cio­nes a la cons­ti­tu­ción, y actos escan­da­lo­sos de corrup­ción; que hemos estado viviendo estos últi­mos 13 años.


Fuente