Paritarias UOM Hoy 9 Febrero 2012
El Jefe de la CGT, Hugo Moyano, se reencontró con la presidente después de cinco meses desde el última reunión con la mandataria, pero nadie confirmó esta vez un diálogo aparte entre ambos y, para alimentar el distanciamiento con el gobierno, el metalúrgico Antonio Caló no ocultó su ambición de ser el próximo secretario general de la central obrera.
"No hay ningún dirigente gremial que no quiera ser secretario general de la CGT", afirmó el metalúrgico, que sin presiones se ubicó en una terna de posibles jefes de la CGT a partir de mitad de año: "Creo que tenemos que esperar a junio, puede ser Moyano, puede ser Caló puede ser Lingeri", afirmó el referente de la UOM".
Moyano y Caló compartieron la primera fila de la Sala de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada, donde siguieron el anuncio de la presidenta sobre la cuestión Malvinas.
Sin embargo, desde la Casa Rosada no confirmaron si hubo algún contacto con la presidenta -que en ese momento debía estar con una audiencia- o bien con algún funcionario del elenco ministerial.
Sobre la relación Moyano-Cristina, el diputado nacional y asesor letrado de la CGT Héctor Recalde sostuvo que "Moyano forma parte de este modelo que comenzó en mayo de 2003 con roles distintos, él es defensor de los trabajadores, Cristina es la presidenta de todos los argentinos, en esos roles a veces hay algunos matices, pero yo tengo mi certeza que fuera de este modelo es imposible que estén los trabajadores".
Moyano se entrevistó por última vez con Cristina Fernández el 6 de septiembre del año pasado, en plena campaña electoral, cuando concurrió a Olivos para hablar sobre aumentos en las asignaciones familiares.
Sin embargo la relación se enfrió, Moyano no estuvo en bunker del Frente para la Victoria el 23 de octubre para celebrar la reelección de la Presidenta y el 15 de diciembre convocó a un acto del sindicato de Camioneros en el club Huracán en el que reiteró las demandas de la CGT al Gobierno y anunció su renuncia a la vicepresidencia del PJ bonaerense".
En medio de reiteradas críticas, Moyano dijo: "En este momento he renunciado a la presidencia interina del PJ. No tengo vocación de bufón".
La Presidenta no comentó la intervención de Moyano y a los pocos días anunció que sería operada de las tiroides y se tomaría veinte días de recuperación. Mientras, dirigentes oficialistas comenzaron a tomar distancia del jefe de la CGT, que se había comportado como un aliado fiel en toda la etapa preelectoral.
Moyano se tomó vacaciones en el mes de enero y a su regreso en febrero se acentuaron los gestos de diferenciación. Así fue que, días atrás, opinó que "la sintonía fina" que anunció la Presidenta le hacía recordar "el menemismo" de la década del 90 y reiteró que no debía existir techos a los aumentos salariales conseguidos en paritarias.
El viernes 3 de febrero, Moyano reunió a sus incondicionales en la CGT, cuando arreciaban versiones de desencuentros internos por su dureza contra el Gobierno y en un almuerzo anunció el envío de dos cartas a la jefa del Estado.